Soldados subcontratados: La guerra es un negocio
Ciertamente que la guerra es considerada por lejos como uno de los negocios más lucrativos que pueden existir en el mundo, estando casi al mismo nivel que el tráfico de drogas pues siempre se da el caso del tráfico ilegal de armas, ayudas en defensas y muchísimos otros resquicios que se amparan ante una finalidad noble de apariencia de protección al país menos capacitado para recibir un ataque o defender sus derechos; sin embargo también hay que reconocer que la nueva modalidad de las guerras actuales obliga a los países participantes a "subcontratar" soldados, quienes vendrían a convertirse en los nuevos mercenarios del nuevo milenio.
Barak Obama, actual presidente de los Estados Unidos, en el discurso donde declara como necesario el enviar al menos 30.000 nuevos efectivos a la zona de guerra, no dijo cuántos soldados ya están participando de ésta bajo una modalidad de subcontratación, sin embargo una ley que hubiera promovido antes de asumir como presidente, obliga a mantener públicos estos datos y refleja que al menos hay 104.000 contratistas involucrados en esta misión, todos ellos bajo la modalidad de "apoyo a tropas estadounidense" ¿será una realidad necesaria?
Una de las cosas que más molesta en el tema de la guerra de Afganistán, es específicamente el lodo y ocultismo en el que se desenvuelve la cantidad de efectivos que se mantienen subcontratados para apoyar a tropas norteamericanas, pues en estricto rigor se puede saber que hay contratistas principales, pero las subcontrataciones de éstos para la participación en la guerra es algo simplemente imprevisible, y eso no aporta transparencia al tema que es parte del debate contingente hoy en día. Con todo lo anterior, se espera que la cantidad de soldados subcontratados se eleve considerablemente con la señal de tener que enviar al menos 30.000 soldados estadounidenses, por lo que es un tema sensible que preocupa a toda la población ya que ¿es acaso la nueva modalidad de lucha contratar mercenarios?
Algunas de las labores conocidas de los agentes que participan de la guerra por empresas contratistas son, por ejemplo el de proveer alimentación a las tropas norteamericanas, ayudar en labores de reconstrucción y construcción de infraestructuras y carreteras, escuelas, entre otras cosas; ayudar en el mantenimiento del ejército, procurar la seguridad de los embajadores, asistir al entrenamiento de policías, entre otras cosas. No obstante lo anterior, se acuerdo a las declaraciones de un ex asesor OTAN, hay muchísimas labores que no se pueden encasillar lisa y llanamente como "labor administrativa", por lo que es ahí donde se encuentra el peligro de las subcontrataciones y su oscuro modo de funcionamiento.
La inteligencia y el apoyo táctico de tropas también está encarnado en soldados subcontratados, lo que deja en parte al descubierto una intención que deja de ser noble y pasa a convertirse en una especie de "negocio" para los contratistas y también para quien contrata, por lo que hay que averiguar cuál es la motivación que tienen en los Estados Unidos para participar en la guerra de Afganistán y el hacerlo con una participación tan amplia de soldados subcontratados.
Hoy por hoy se puede concluir todos están subcontratados, pues la guerra es una de las mejores empresas que puede existir hoy en día, y por esta razón hasta los propios fiscalizadores del pentágono son parte de este sistema, los que ni siquiera podrían ser acusados de "coludidos" en una sarta de mentiras y corrupción, pues la verdad de las cosas es un sistema que llega a ser transparente en lo que respecta a la realidad de la subcontratación, aunque no en su profundidad real.