FARC, el ejército del pueblo queda acéfalo

La muerte del líder de las FARC, el Mono Jojoy, para muchos es el comienzo de una nueva etapa, una que obligará a los miembros del llamado “secretariado” (jefatura dentro de las FARC), a replantear la situación y ver cómo actuar. En Colombia aseguran no se podrá reemplazar la influencia que el líder ejercía, lo que significa el comienzo del fin para el grupo armado revolucionario.

Algunos lo conocían por su alias de “Mono Jojoy” o también como “Jorge Briceño”, pero ambos hacían referencia al difunto líder de las FARC - sucesor del mítico fundador de la guerrilla Manuel Marulanda - ascendió entre las líneas militares de este grupo revolucionario como un icono, aunque para muchos su origen no es claro. Cerca de 31 países del mundo consideran que este grupo armado es de tipo terrorista, a excepción de Venezuela, donde su presidente Hugo Chávez los reconoce como “grupo beligerante”.

Tras la muerte del respetado líder no se sabe quién será el reemplazante que escogerá el grupo militar, ya que por una parte está Alfonso Cano de perfil negociador, y por otro lado el conocido como “Romaña”, soldado fiel a las FARC que se hizo de temer por los secuestros a civiles en la década de 1990, también llamada “pesca milagrosa”. Tal como ocurrió tras la muerte del fundador de la FARC, “Tirofijo”, hoy se debe elegir entre dos caminos revolucionarios, el relacionado con los métodos alternativos a la violencia o aquel que marca su senda a punta de fusil y sangre, una que ha costado la vida de varios combatientes e inocentes desde hace mucho tiempo.

La realidad de la FARC en la actualidad

Las iniciativas coordinadas de Colombia contra las FARC han sido devastadoras y han costado la vida de muchos soldados guerrilleros, consiguiendo así desarticular en parte el planteamiento violento en el que se basa este grupo militar revolucionario. Según la opinión de David Spencer, experto de la National Defense University⁽¹⁾, la influencia del Mono Jojoy ya no era la de antes producto de su incapacidad para repeler el accionar del Ejército Colombiano.

Si bien es cierto los dos posibles sucesores del Mono Jojoy pueden ser Cano y Romaña, los reportes no han logrado descifrar con certeza si este último falleció junto al Mono Jojoy, aunque sí confirman estuvo presente durante el enfrentamiento. Sin perjuicio de si Romaña falleció o no lo hizo, Alfredo Rangel (analista militar), comparte en su opinión una perspectiva alentadora para los colombianos, puesto que sin el ex-líder las fuerzas revolucionarias en Colombia perdieron dos características fundamentales de todo grupo terrorista, cuales son la capacidad de lucha y estrategia.

La opinión generalizada de los expertos militares que se han referido al tema, muestran a las FARC sin esperanzas, y ello lo ratificó Robert Munks, editor para las Américas de la revista especializada en defensa Jane´s Intelligence Weekly, quien está seguro de la debacle que comienza con la muerte del cabecilla guerrillero, lo que contribuye a la disolución de las FARC y así convertirse en pequeños grupos aislados que encontrarán en el tráfico de drogas la forma de subsistir.