Desempleo en España, la última cruzada del pueblo español
El desempleo en España atormenta a todos por igual, el Pueblo español se levanta y el Gobierno, temeroso, agacha la cabeza y comienza a responder por sus errores
El desempleo en España atormenta a todos por igual, el Pueblo español se levanta y el Gobierno, temeroso, agacha la cabeza y comienza a responder por sus errores
Debido a la grave crisis de desempleo que se vive en España, el Gobierno ha tenido que optar por una disyuntiva muy poco popular en cualquiera de los casos, empero, es tiempo de decisiones rápidas y por ello se tiene que hacer algo para evitar que se siga acumulando
El plan de ajuste propuesto ha sido catalogado por el propio Gobierno como el de mayor severidad en tiempos democráticos. Los recortes que se realizarán, afectaran los sueldos de los obreros, pensiones e inversión pública.
Es claro que el Gobierno tiene que cumplir con metas estrictamente pauteadas por la Unión Europea en este operativo de rescate, sin embargo, el panorama no es para nada alentador, ya que con tanta presión fiscal es difícil comprender cómo se crearán nuevas fuentes laborales. Peor aún, para todos los funcionarios que vean menguados sus sueldos y de antemano tengan compromisos contraídos, como el pago de hipotecas, no será nada sencillo sobrellevar esa situación.
Es un secreto a voces en el entorno gubernamental, hay temor de un estallido social, lo que no se aleja de la realidad, mientras no se consiga cumplir de la forma deseada con las metas propuestas, y, la tasa de desempleo no comience a bajar.
La idea inicial es dar una señal de tranquilidad a los mercados, diciendo al mundo que "España cumple con sus compromisos", aunque eso es a nivel internacional, pero en lo interno, el debate hasta ahora se ha vuelto insostenible en todas sus instancias. En este tipo de situaciones se necesita una oposición muy responsable, ya que cualquier golpe politiquero puede generar un efecto boomerang y también lesionar al país.
Los lineamientos de la UE han sido claros, a partir del 2012 no puede haber un déficit por encima del 3% del PIB.
Entonces, la incógnita es ¿Cómo un país que está con las manos tan atadas en el plano económico, podrá invertir en el plano social para reactivar el empleo? ¿Cuándo las empresas pagarán más impuestos? ¿Será el IVA incrementado?
De cualquier forma, el Gobierno mantiene la firme esperanza que con estas medidas se logrará un crecimiento del 1,3% hacia el 2011, donde la recuperación de fuentes laborales se hará visible, pagarán el costo de su desfachatez y soberbia.
Es una afrenta peligrosa, pero este es el castigo a más de 15 años de falsa prosperidad, todos ellos amparados en mucha deuda pública y privada, que hoy se ha terminado por hacer pública como si un castillo de naipes se hubiere desmoronado. El recorte podría dejar más de cuatro millones de desocupados, ocho millones de pensionistas y dos millones de asalariados que consumirán menos, al ver menguados sus ingresos y por la presión tributaria. La crisis comenzó a provocar un efecto dominó, y es probable que las rebajas salariales en el sector público, se trasladen de manera casi inmediata al sector privado.
La verdad incontrastable de la crisis es que ahora los españoles son un 10% más pobres, donde la proporción entrega una realidad que preocupa a los que tenían mucho, y acongoja a los que vivían con dificultad, pues ahora han quedado prácticamente en la calle.
El Gobierno reitera continuamente que el reajuste será ecuánime, aunque los nombres que resuenan en todos lados son los de pensionistas y asalariados. Se espera con ansias cuáles serán los impuestos que se cobrarán a los que poseen mayor renta en el país, así como a los bancos, aunque por el momento de eso no se habla oficialmente.
Este panorama sin duda que preocupa mucho a los desocupados, pues el horizonte es muy oscuro, aunque se derrocha optimismo en los discursos gubernamentales, pero las cifras son duras y vaticinan tiempos más difíciles.
Hablar de los inmigrantes que están trabajando sin tener la documentación en regla es otro gran problema, y seguramente cualquier promesa de contemplaciones hechas por el gobierno, quedará relegada para un "futuro mejor", ya que en la actualidad, España lucha contra España.
En un mundo capitalista como en el que se vive, los seres humanos son sólo números, por tanto, en el paraíso fiscal de las empresas que no piensan perder ningún euro o centavo de dólar, los trabajadores y clases obreras serán las primeras en sentir el rigor de la irresponsabilidad en la conducción de un país lleno de pomposidad, historia y realeza... como dice el dicho "la piola se cortará por el hijo más fino".