Vientos de guerra entre Estados Unidos e Irán
Las tensas relaciones entre ambos países parecen no tener fin por el momento, sino por el contrario, parecen agravarse más.
Las tensas relaciones entre ambos países parecen no tener fin por el momento, sino por el contrario, parecen agravarse más.
En los últimos días las relaciones entre Estados Unidos e Irán no han sido del todo buenas, esto a raíz de que el mandatario norteamericano, Donald Trump calificara a la Guardia Revolucionaria de Irán como “movimiento terrorista”.
Dos perspectivas
Sobre el origen de estas tensiones existen dos hipótesis que se anteponen: la primera proviene del gobierno de los Estados Unidos que afirma que Irán no tiene buenas intenciones y que ha iniciado preparativos para un posible ataque contra objetivos de Estados Unidos, pero hasta el momento no existen detalles al respecto.
Frente a esta supuesta amenaza, Estados Unidos ha desplazado refuerzos militares a la región y está reduciendo su personal diplomático al mínimo en Irak mientras que ha comenzado a desempolvar planes bélicos.
El gobierno de Trump desea que el mensaje enviado a Teherán quede muy claro: cualquier ataque a un objetivo estadounidense desde cualquier frente, sea de Irán o de cualquiera de sus aliados en la zona, recibirá una contundente respuesta militar.
La segunda perspectiva acusa directamente a Washington de la actual crisis y tiene su origen, como es lógico, en el gobierno de Irán y en los críticos de la administración de Trump, pero, lo que es de destacar en este punto es que algunos de los aliados europeos de Estados Unidos también piensan esto último.
Según esta perspectiva, funcionarios del gobierno de Trump como el asesor de Seguridad Nacional John Bolton y el Secretario de Estado Mike Pompeo, a quienes llaman los “halcones de Irán”, están a la espera de aprovechar su oportunidad.
El objetivo sería el cambio de régimen en Teherán, el cual sería impulsado a través de presiones económicas que, si no surten efecto, llevarían a una acción militar.
Hipótesis y realidad
Sea cual sea la hipótesis más acertada sobre el origen de las tensiones entre ambos países, la realidad concreta es que un conflicto bélico entre Estados Unidos e Irán es más probable hoy que en cualquier ningún otro momento desde que Trump asumió la presidencia.
Irán, que ha vuelto a sufrir las sanciones económicas que quedaron sin efecto por un acuerdo nuclear firmado en 2015, ha advertido que, debido a los últimos acontecimientos, podría reiniciar sus actividades nucleares.
Máxima presión
La llegada de Trump al poder marcó un punto de quiebre en la relación entre ambos países. Recordemos que hace un año el mandatario retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear en el que participó Irán y desde entonces inició una política de mucha presión contra Teherán.
El gobierno iraní se habría hartado de esta situación por lo que estaría presionando a los europeos para que ayuden a su debilitada economía, caso contrario, habría amenazado con desconocer sus compromisos del acuerdo nuclear. Si ello ocurriera, la administración de Trump tendría más razones para iniciar acciones bélicas contra Irán.
Por su parte, el presidente Trump ha tratado de restarle importancia a la idea de que funcionarios de su gobierno estén divididos con respecto al tema de Irán y todo indicaría que tiene poco interés en una guerra, pues su oposición a los conflictos militares en el extranjero es muy conocida
Trump no quiere guerra
Según altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos, en una reunión celebrada el pasado miércoles 15 de mayo, el presidente manifestó su deseo de que los enfrentamientos entre ambos países no desembocaran en un conflicto armado.
The New York Times sostiene que el Secretario de Estado, Mike Pompeo, se encuentra contactando a los aliados de Europa y otras regiones para que lo ayuden a reducir las tensiones.