Cómo refinanciar una deuda
Refinanciar una deuda resulta una alternativa válida para no caer en la cesación de pagos.
Refinanciar una deuda resulta una alternativa válida para no caer en la cesación de pagos.
Cuando hablamos de refinanciación, estamos haciendo referencia a la manera en que se va a reestructurar una deuda que se tenga con alguna entidad acreedora.
Es una decisión voluntaria que realiza el deudor de un determinado monto, con el objetivo de refinanciarla.
El objetivo es cumplir con los pagos que se venían realizando, pero negociando un importe menor, a modo de contar con una mayor disponibilidad financiera.
Si la decisión es involuntaria, es porque las entidades financieras pretenden recuperar su capital logrando establecer un acuerdo con el deudor, para que la cuenta del deudor no represente un saldo moroso o incobrable.
Para poder llegar al refinanciamiento, debe existir una deuda. Por lo general, para llegar a la etapa de refinanciación se debe haber pagado un porcentaje previamente, de la orden del 10% al 20% del total del capital adeudado.
En caso que estemos frente a una refinanciación hipotecaria, se deberá firmar una nueva hipoteca, logrando abonar intereses mas bajos (comparándolo con un crédito personal), pero en este caso se considerarán todos los gastos que ocasiona la nueva hipoteca, como serían los gastos de escribanía, gastos incurridos en la cancelación de la anterior hipoteca, gastos ocasionados por la nueva hipoteca, etc.
Cuando estemos por refinanciar una deuda es conveniente consultar los gastos que se puedan pagar durante el tramite, como también realizar una comparación con otras entidades financieras.
La refinanciación de una deuda implica mejorar la capacidad de pago y obtener una mayor liquidez en nuestros ingresos, para que en los meses posteriores al refinanciamiento dispongamos de una renta que no implique sobresaltos financieros. Permite tener la tranquilidad de no cesar con los pagos y contar con un estado de equilibrio financiero.
Si se acude a un grupo asesor o una agencia de refinanciación, se conseguirá ayuda en el planteamiento de los diferentes escenarios que pueden ocurrir al no pagar una deuda o bien al refinanciarla.
Estas agencias actuarán con nuestros acreedores para reducir el saldo de la deuda y perseguirán una menor tasa de interés.
Se debe prestar especial atención a los honorarios que se cobrarán por realizar esta gestión, y evitar así sorpresas al optar por un plan de refinanciamiento. Otro procedimiento que se puede hacer es proponer un ingreso mensual a la agencia de negociación, y que ella misma se encargue de realizar los pagos a los acreedores.