El Juez juzgado. Baltasar Garzón fue suspendido
El ambiente cultural y defensores de los derechos humanos estaban de luto. Las lágrimas de Baltasar son mis lágrimas expresaba el Premio Nobel de Literatura José Saramago.
El ambiente cultural y defensores de los derechos humanos estaban de luto. Las lágrimas de Baltasar son mis lágrimas expresaba el Premio Nobel de Literatura José Saramago.
El reconocido magistrado español, Baltasar Garzón, ha sido suspendido de forma cautelar en sus funciones por la justicia de su país, debido a irregularidades en las investigaciones realizadas contra los crímenes acaecidos en la época del franquismo. La determinación, que fue aprobada por unanimidad, según como se venían dando los hechos no fue inesperada.
Esta situación ha conmocionado a la comunidad activista en pro de los derechos humanos. Garzón es reconocido a nivel mundial por su ardua labor rastreando aberraciones de lesa humanidad cometidas por diferentes gobiernos de facto.
Basta recordar cuando logró la detención de Augusto Pinochet en Inglaterra, ideólogo del Plan Cóndor. En dicha oportunidad se generó un peculiar episodio, cuando fue visitado durante el arresto domiciliario -pagado por el gobierno chileno- por la ex primera ministra Margaret Thatcher, conocida como “la dama de hierro”, quien en ese momento fustigó duramente al gobierno británico por ser “mal agradecido” con un hombre que había colaborado tanto con Inglaterra durante la guerra de las Malvinas. Este hecho despertó aún más la ira de la población Argentina.
El caso Pinochet fue todo un emblema a nivel internacional, pues logró lo que Chile no había podido lograr en pleno goce democrático, y destapó toda una discusión sobre ese tema, incluso desenmascarando el enriquecimiento ilícito del dictador. Quienes defendían las barbaries del ex dictador Pinochet argumentaban, como si eso fuera motivo de justificación, que había mejorado la economía y era honesto. Sin embargo, quedó comprobado que no solamente fue un genocida, sino que también estafó, ocultando cuentas secretas en Bancos de Suiza. La discusión suscitada a nivel internacional era si efectivamente un Juez español tenía la potestad de juzgar a Pinochet o era la justicia chilena quien debía hacerlo.
Garzón del mismo modo colaboró en el esclarecimiento de asesinatos de la dictadura Argentina, investigando exhaustivamente y enjuiciando al represor Adolfo Scilingo, quien finalmente fue condenado a mil ochenta y cuatro años de prisión. La labor del magistrado también fue reconocida por su denodada lucha durante dos décadas contra la ETA.
El ambiente cultural y defensores de los derechos humanos estaban de luto. Las lágrimas de Baltasar son mis lágrimas expresaba el Premio Nobel de Literatura José Saramago.
La defensa del magistrado interpuso un recurso de nulidad, sin embargo esto no detuvo la medida de cesar preventivamente en sus funciones a Garzón.
El Juez del Tribunal Supremo, Luciano Varela, efectivizó una demanda contra el afamado magistrado español por aparente ilegalidad al estudiar los crímenes acaecidos durante la dictadura de Franco. El estudio en mención se enfoca en la investigación de numerosos torturados y desaparecidos, crímenes aún impunes donde se ejecutaban a seres humanos que eran tirados en fosas comunes. Aunque todas estas aberraciones estarían amparadas por una ley de impunidad, o de Amnistía, que data del año 1977 la cual impide saber la verdad de lo que sucedió en esos oscuros años.
La medida pone al descubierto una situación de impunidad que existe en España. Paradójicamente, el Juez que colaboró en esclarecer en Latinoamérica situaciones de impunidad, en su propio país, aún hoy, existen situaciones de protección a genocidas que no están resueltos por la sociedad.
Más allá de si violó o no la ley, es claro que hay parte de la población que defiende y justifica los hechos ocurridos durante el régimen franquista. Tal vez, la situación que hoy afronta Garzón, pueda servir para que el tema se instale en la sociedad española.
Los jueces que lo juzgaron han hecho caso omiso a la solicitud efectuada por Garzón para ser considerado en estado de “servicios especiales”, lo que le permitía ocupar un lugar en el Tribunal de la Haya.
El ser una persona que, como se dice vulgarmente, “no se casa con nadie” le ha salido muy caro.
Ocupó un cargo durante la última gestión de Felipe González, asimismo, eso no fue escollo para seguirle la pista a los “Grupos Antiterroristas de Liberación”, fundados por los gobernantes del socialismo para matar a integrantes de ETA. Esto fue lapidario para Felipe González. En esos momentos el Juez contó con la simpatía de la Derecha. Que es la que ahora pide su cabeza por investigar los asesinatos del franquismo y, además, destapar el año pasado un cúmulo de cohechos que dieron de lleno en el derechista Partido Popular.