Crisis económica de nuestra historia: enseñanzas que dejamos pasar

Crisis y sociedad, una historia nueva y vieja

Historia de la crisis
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Cola para un puesto de trabajo

No cabe ninguna duda que, desde aquel mes de agosto en el que se desataba la crisis hipotecaria en Estados Unidos a la fecha, hemos vivido volatilidad, convulsión, desequilibrio, pérdida, ruptura, aislamiento y, temor, mucho temor.

El año 2009 próximo a finalizar, deja tras de sí la transición de la desolación máxima a una inconclusa y frágil recuperación económica, tras años de la mayor crisis de la historia.

Una crisis con muchas similitudes con la de 1929, pero con una diferencia estructural; en aquella ocasión fue la clase más poderosa la más desolada económicamente. En esta ocasión, la crisis comenzó golpeando a los últimos lugares de la “pirámide”.

Sin embargo, es importante recordar y hablar comparativamente de una y otra, ya que cada una de ellas se ha producido como resultado de una situación que no daba más de sí y que, a su vez y valga la redundancia, ha dado como resultado algún cambio que hizo que la maquina funcionara de nuevo por un tiempo.

Veamos qué desencadenó y qué fue lo que aportaron cada una de las crisis provocadas por explosiones financieras.

Los tulipanes explotaban en 1630, hecho insólito y curioso, el crecimiento económico que se vivía en aquella época en Holanda, provocó que los bulbos de los tulipanes, se transformaran en cotizadas piezas de coleccionista, ahí comienza la especulación, el descontrol en los precios, los créditos para financiar su adquisición dando igual el poder adquisitivo, en 1637, alguien comienza a vender las codiciadas piezas de colección, esto desata una fiebre de ventas tal que el estado tuvo que intervenir y el sistema económico se vino abajo.

Las crisis de nuestra historia

En 1929, la crisis financiera más relevante de la historia, tiene como bien sabemos, características muy similares, sólo que en esta ocasión, en lugar de tulipanes, la especulación llegó de la mano de las acciones y las bolsas de valores.

Años después, llegaba el boom de Japón, una situación que comenzó en 1950; el escenario de recuperación económica hizo que todo el patrimonio de la sociedad se traslada hacia el mercado inmobiliario y se fomentara la compra-venta, como sistema de inversión especulativa.

Entre el 1955 y 1988, los precios de las viviendas alcanzaron un porcentaje de incremento de nada menos que, un 7.000%, el Nikkei (indicador bursátil por excelencia) experimentó un auge descontrolado.

El Banco Central de Japón, aumenta entonces las tasas de interés para controlar la inflación, la bolsa y el mercado comienzan con pérdidas y la economía comienza su periodo más oscuro.

Y, en el período que transcurre entre 1980 y el 2000 se vive un ciclo económico en el que se vive la explosión de la globalización, el auge de los mercados y un período de crecimiento basado en negocios resultantes de la apertura y la eliminación las fronteras, que dio como resultado un crecimiento acelerado.

La desconfianza y el punto álgido en la especulación, provocó el derrumbe de los mercados y la pérdida de un gran porcentaje de tejido empresarial

Las enseñanzas

Crisis con variables coincidentes, de las que se debiera sacar una conclusión fundamental, la especulación, el enriquecimiento basado en la ausencia de producto, los sistemas basados en producción de bienes y servicios carentes de valor añadido, siempre terminan en explosión, ruptura y pérdida.