La triple frontera es la triste frontera de sudamérica

...bastará con acudir a la ruta 12 en el atardecer para encontrarnos con un escenario desolador, niños de entre 6 y 18 años se ofrecen por un par de monedas para el repulsivo comercio sexual de menores...

"...un paraíso natural pocas veces visto..."
Flickr.com

Se le llama Triple Frontera a una zona en Sudamérica que tiene la particularidad de reunir a tres fronteras en un paraíso natural pocas veces visto, de esta forma nos encontramos con un límite común entre Argentina, Brasil y Paraguay quienes, como veremos en breve, no sólo comparten un entorno de ensueño, sino que muchísima cultura y una actividad turística que deja a cualquiera convencido de visitar la famosa triple frontera entre estos hermosos países.

El otro lado de la moneda nos hace dar cuenta de una realidad que contrasta en gran medida con el lado hermoso de la llamada triple frontera, y es que el mismo paraíso definido anteriormente sirve como base de mafias, terrorismo, contrabando, trafico de drogas, armas y, lo más lamentable, con un comercio sexual que es obviado por las autoridades políticas de los países involucrados, como si se tratara de una ficción de la que no quieren dar cuenta por carecer de los medios para acabar con ella.

Es así como las hermosas visitas a Foz de Iguazú en Brasil, Ciudad del Este en Paraguay y Puerto de Iguazú en Argentina, van convirtiéndose en dos escenarios que no siempre son vistos por aquellos que tienen la oportunidad de visitarlos, puesto que mientras hacemos hermosos paseos en parques, reconocemos la represa y compartimos en la garganta del diablo (caída de agua en las cataratas), estamos entre medio de un lugar que si bien es cierto ha disminuido su contrabando y actividades ilícitas, sigue manteniendo una cara oculta de la que no muchos se atreven a habla. La triple frontera tiene problemas y nadie quiere hacerse cargo.

Principalmente se trata de una zona muy activa en lo comercial, ello se ve ampliamente propulsado por políticas que hasta antes de 1999 se reforzaban por una estabilidad en la moneda de cada uno de los países involucrados y además, por incentivar los propios gobiernos allí el intercambio comercial y la potenciación del sector como centro neurálgico. Sin embargo las crisis de Brasil y Argentina terminaron por destruir poco a poco este extraordinario centro de actividad comercial, y así también producto de la gran evasión aduanera, se rebajaron los cupos para importar cosas desde Paraguay (desde Brasil y Argentina), lo que desaceleró aún más el comercio pujante de antaño.

Con todo, la llegada de diferentes mafias debido a que el sector se reconoce como un área "sin ley", ha provocado el asentamiento de diversas organizaciones criminales que propenden al contrabando, la comisión de ilícitos financieros, el comercio de drogas, armas y da paso a la cruda realidad de encontrarnos con un entorno pobre, donde muchísimos niños se ven obligados a ofrecer su cuerpo por un par de monedas que les permitan sobrevivir un día más.

Lamentablemente el establecimiento de redes terroristas como Al Qaeda, Hizbullah y Hamas, hacen que la región esté en constante alerta y sea blanco fijo de investigaciones, inspecciones internacionales y hasta de la creación del llamado Centro Regional de Inteligencia (CRI), el cual comparte en partes iguales la presencia de agentes de los tres países involucrados en esta zona fronteriza.

Aún cuando el comercio ilegal, el terrorismo y el contrabando de drogas y armas es un problema gravísimo en la zona, una de las peores muestras de política negligente y despreocupada del problema social está en la terrible alarma que ha llegado de parte de la UNICEF, la cual muestra de forma fehaciente los estragos que deja la pobreza en una región donde los niños, al igual que en el resto del mundo, pagan las consecuencias de una política de cuidado y protección social indiferente o simplemente inexistente. De esta forma, algunos de los elementos que marcan negativamente la vida de muchísimos niños en la triple frontera es la falta de educación, protección y salud, a lo que los gobernantes hasta la fecha hacen caso omiso.

Claramente estamos en una región donde los niños son el último de los eslabones por los que vale la pena luchar, según el criterio desinencial de las autoridades, pues bastará con acudir a la ruta 12 en el atardecer para encontrarnos con un escenario desolador, niños de entre 6 y 18 años se ofrecen por un par de monedas para el repulsivo comercio sexual de menores. Es así como gracias a un estudio realizado en 62 municipios de la triple frontera, se encontró una población de niños cercana a los 880 mil, cifra que representa el 45% de la población presente en la zona fronteriza referida, por lo que la práctica del abuso infantil en todos sus sentidos es una especie de terrorismo hacia la integridad física, síquica y sexual que se ampara de forma indirecta por la carencia de reformas, acciones o medidas que contribuyan al resguardo de estas jóvenes víctimas.

Existen de igual forma hechos que marcan la excepción dentro de este escenario, pues hay iniciativas impulsadas desde el año 2003 por empresas privadas, parte del gobierno y otras entidades que intentan entregarle asistencia sicológica, médica y pedagógica a todos los pequeños en peligro, siendo obviamente casi imposible rescatar a los más grandes por una cuestión de costumbre, vicio y necesidad, pues bien sabemos estas políticas paliativas no son la solución a la problemática expresada. Las estadísticas muestran existen unos 3500 menores de edad involucrados en el comercio sexual, aunque bajo variantes distintas, pues mientras que un grupo es obligado por los padres a prostituirse, otros son utilizados por mafias a modo de "mercancías".

Seguro muchos después de leer todo lo que se ha mostrado pensarán el panorama no puede ser más escalofriante, sin embargo como bien han de saber, la realidad supera la ficción, y este es uno de los casos en que lo hace negativamente, es así como debemos agregar existe un alto índice de VIH en la región, menores que además deben afrontar la hambruna, desnutrición, falta de saneamiento básico y muchas otras aberraciones que aún estando a pasos del 2010 son una realidad en el foco turístico más recomendado por los países involucrados por su riqueza natural.

Podríamos agregar a la terrible realidad mostrada en la triple frontera que no se limita la realidad de los niños a ser un calvario aquí en la zona limítrofe de estos tres países, sino que luego se expande a otras regiones denominadas como "calientes", lugares donde efectivamente se traslada a los menores para que sigan practicando el comercio sexual con una absoluta falta de conciencia respecto de lo que hace, así como también con una nula autoestima que lleva a los menores a convertirse en verdaderas "cosas", perdiendo toda visión de la vida, amor por las cosas y lo que es peor, entregados a una suerte que los usa hasta que dejen de ser útiles o mueran siéndolo.

La triste frontera se ha convertido en un caldo de cultivo de los vicios más crudos de la humanidad, aunque éstos completamente encubiertos por un hermoso paraje, como entregando un contraste digno de ser retratado en el cine, aunque con el dolor verídico de seres humanos que no encuentran salida y viven sumidos en una realidad que los lleva a pensar de forma muy equivocada lo terrible de despertar cada día. Así, sin haber hecho nada malo, los niños de la triple frontera resultan dejados de lado por un país que los desconoce y abandona en la dura realidad que les ha tocado vivir ¿será que se ha hecho lo suficiente por ellos?