El Brexit y la victoria de Boris Johnson
El camino del Brexit parece allanarse con la contundente victoria del Partido Conservador británico que lidera el primer ministro Boris Johnson.
El camino del Brexit parece allanarse con la contundente victoria del Partido Conservador británico que lidera el primer ministro Boris Johnson.
El Partido Conservador británico, liderado por Boris Johnson, consiguió una importante victoria en las elecciones de Reino Unido, pues con 364 escaños, superó la mayoría necesaria de 326.
Johnson se mostró exultante al dirigirse a sus colegas de ideas tras concretarse los resultados:
"Triunfamos y rompimos el bloqueo. Ahora el país será capaz de ejecutar el Brexit".
El primer ministro había basado su campaña electoral en la promesa de llevar a cabo la salida de Reino Unido de la Unión Europea, evento que está ahora más cerca que nunca por la ampliación de escaños de los conservadores con respecto al Parlamento anterior y la debacle del Partido Laboralista de Jeremy Corbyn, líder de la oposición.
Pero los resultados de las elecciones dejan un panorama que va mucho más allá de la constantemente postergada salida del país de la Unión europea, pues la incertidumbre se cierne ahora sobre lo que pueda pasar con el Partido Laboralista y con Escocia, donde el Partido Nacional Escocés, obtuvo casi 50 escaños en el Parlamento británico.
El Brexit
Al parecer, por el momento, las cosas marchan bien para las intenciones de Johnson, quien sostuvo en el discurso de celebración de la victoria conservadora:
"Ejecutar el Brexit es ahora un mandato irrefutable e innegable de los británicos. Estos resultados acaban con las miserables amenazas de un segundo referendo".
Como se recordará, en octubre pasado, el primer ministro británico logró un acuerdo con la Unión Europea para ejecutar el Brexit el 31 de dicho mes; sin embargo, el mandatario no contó con el apoyo suficiente de la Cámara, la cual utilizó varios mecanismos legales para retrasar la votación sobre el pacto y asegurarse a su vez de que, si no se aprobaba, no ocurriera una salida sin acuerdo. Esto último era una posibilidad que no descartaba Johnson, quien deseaba ejecutar el Brexit de cualquier manera.
Las extensas negociaciones en el Parlamento empujaron a Johnson a solicitar una extensión de la fecha de salida, la que fue aprobada por la Unión Europea y fechada para el 31 de enero de 2020; es en este contexto en que el primer ministro convocó a elecciones para diciembre, con la intención de aumentar su cuota de representantes en el Parlamento y de esa manera contrarrestar el nudo político que impedía la consumación del Brexit.
El acuerdo alcanzado por Jonson en octubre, debe pasar ahora de nuevo por el Parlamento, pero con la aplastante victoria del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes será relativamente fácil, salvo sorpresas de última hora, que sea aprobado.
Se espera que el gobierno vuelva a llevar al Parlamento el proyecto de Ley del Acuerdo de Retiro, la norma que establece el marco para el Brexit, la próxima semana. El objetivo es completar el proyecto de ley a tiempo para que el Brexit suceda efectivamente el 31 de enero.
En caso no se apruebe un acuerdo, la posición predeterminada es que el Reino Unido se retire sin acuerdo alguno. En caso el Reino Unido abandone la Unión Europea el 31 de enero, ese sería solo el primer paso de un proceso bastante complicado.
La primera prioridad será negociar un acuerdo comercial con la Unión Europea y Johnson ya tiene el tiempo en contra. Al bloque europeo podría tomarle semanas acordar un mandato de negociación formal, pues es necesario que todos los demás Estado miembros y el Parlamento Europeo estén de acuerdo. Eso significa que las conversaciones formales podrían comenzar en marzo.
Estas negociaciones deben llegar a un acuerdo final hacia finales de junio. En este punto es que el Reino Unido tiene que decidir si extender o no el periodo de transición de uno a dos años, aunque Johnson ya ha descartado cualquier forma de extensión.
Si no se ha pactado ningún acuerdo comercial para fines de junio, Reino Unido enfrenta la posibilidad de irse sin uno a finales de diciembre de 2020 que es cuando termina el periodo de transición.
La independencia de Escocia
Pero no solo el partido de Johnson celebró en las últimas elecciones, el Partido Nacional Escocés (SNP) fue el otro vencedor de la jornada, logrando 48 de los 59 escaños en juego en Escocia y el 45% de los votos. Este resultado probablemente impulse al SNP en su búsqueda de un segundo referéndum de independencia de Escocia, país que votó a favor de permanecer en la Unión Europea en 2016.
La líder del SNP y ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, declaró que el mensaje de Escocia en las elecciones ha sido bastante claro con respecto a que su país no desea un gobierno conservador de Boris Johnson y que el primer ministro no tiene autoridad para sacar a Escocia de la Unión Europea.
Sturgeon ya se había comprometido a enviar una carta al primer ministro antes de Navidad, solicitando que se otorgara el, poder de sostener el segundo referendo de independencia. La líder escocesa también aclaró que no pretendía dar a entender que todos los que votaron por su partido necesariamente apoyarían la independencia, pero agregó que los resultados de las elecciones era un claro respaldo a la posición de que Escocia debería decidir sobre su futuro.
"Boris Johnson tiene el mandato de sacar a Inglaterra de la UE, pero debe aceptar que yo tengo el mandato de darle a Escocia la opción de un futuro alternativo".
Sin embargo, los conservadores se oponen firmemente a ese referéndum de independencia y los más probable es que se avecine un conflicto constitucional entre los gobiernos escocés y británico.