Sobre la relación de los Templarios con la masonería
De mi consideración me he tomado bastante en serio el comentario que ha ingresado en el sitio “Revista Democracia”, lugar donde he publicado un artículo relativo a Los Masones y otras sociedades secretas, donde ha señalado “no tengo la menor idea de la historia del Temple, así como tampoco de la secta de los Assasin”.
Hizo además, hincapié en el hecho de contar la historia de los Templarios al revés de lo que fue originalmente, pasando además por comentar que se mencionó mal el nombre del Rey de Jerusalén y varios otros detalles tales como:
- La orden del Temple nunca ha sido secreta.
- Siempre ha estado abierta a recibir a todos los que reúnan los requisitos, cuales son: Ser cristiano, de buenas costumbres, y no haber cometido ni estar perseguido por delito alguno.
- Que la antipatía que se tenía para con los Templarios se debía a la deuda contraída por Felipe IV de Francia, y no a otra cosa.
Finalmente señaló enfáticamente que debería de documentarme más antes de escribir un artículo relativo a las sociedades secretas, pues los Templarios no podrían enclaustrarse en ese apartado, pues no pertenecen a él.
Ante lo anterior me resulta irresistible el contestarle que, en primer lugar me parece que la acotación que ha hecho es justa, aunque siempre y cuando se considere como otra opinión más de las posibles, ya que en estos temas “poco comunes” valdrá ante todo la opinión de cada uno de quienes se tomen la libertad de expresar su visión de las cosas, respetando los detalles históricos, obviamente, de los antecedentes de los que se dispongan, como el caso del nombre del Rey de Jerusalén donde agradezco su acertada intervención.
No obstante lo anterior, en el resto de sus declaraciones, tengo que decirle que no estoy de acuerdo, ya que como se dará cuenta no me extiendo en sobremanera a la Orden del Temple, pues apenas hago una mención de la misma por la falta de reflexión ante dicha realidad; el tema principalmente versa sobre la masonería, aún así me tomo la libertad de contestarle como merece su intervención, por lo que resumiré su posición ante la temática con diversos puntos, los que desentramaré para así dejar en claro mi visión al respecto.
Puntos de Conflicto
1. La historia de los Templarios en el artículo se cuenta exactamente al revés
Efectivamente se menciona una breve reseña de la vida de los Templarios, no obstante lo anterior no existe controversia con el desarrollo de la misma en el breve relato, pues comienzan como bien señala usted con la llegada de Hugo de Payns y ocho hombres más, quienes fundan la Orden Templaria y consiguen, luego de un tiempo y de amparar a los viajeros que allí transitaban, establecerse en uno de los costados del Templo de Salomón. Sin embargo, la finalidad de estos nueve “caballeros” no estaba del todo definida, pues tenían toda una estrategia que incluía un nuevo orden que abarcaba lo financiero, militar y religioso, tocando a ratos también áreas hasta ese entonces “vetadas” para muchos, como lo era el mundo de los simbolismos y el pragmatismo intrínseco que dicha área abarca para quienes consideran que el mundo de las palabras es a veces “innecesario”, como los Masones.
Por otra parte, sabrá usted mucho mejor que yo, que Bernardo de Claraval o Claravaux, provenía de una familia noble, donde se fue definiendo poco a poco como todo un visionarios, quien finalmente se muestra en todo su esplendor en el establecimiento del reglamento de la Orden del Temple, la que contó con la intervención del Papa Honorio II en el año 1128, momento en que se les reconoció y amparo bajo el alero de la influencia de la Iglesia. Allí entre otras cosas se les impuso el uso de un manto blanco y luego, Eugenio III añade más adelante el uso de la cruz octagonal.
Con todo, lo que menciono de llegar al Templo de Salomón, permanecer nueve años sin develar lo que se hace, ni sus planes, ni sus visiones (pues no cuenta solamente la protección de los peregrinos o viajeros) y luego mostrar los privilegios que se le entregan en el Concilio de Troyes… no difiere de la realidad contada por la historia y los diversos historiadores que se han encargado de publicarla en su inicio, desarrollo y desenlace fatal.
Nota: En ningún momento se catalogo a la Orden de los Templarios como algo “malo” o algo similar, sólo se le relacionó con lo misterioso de su funcionar, de sus logros y desenlace.
2. La Orden Templaria…:
a. Nunca ha sido Secreta
El inicio de la Orden ya es un misterio, más que por lo fáctico de la reunión de sus integrantes originales, por las circunstancias que los hacían forjar algo que más adelante pasaba a ser mucho más grande de lo que cualquiera podría haberse imaginado, pues deberemos ser realistas y aceptar que la escolta o protección de peregrinos sólo fue el comienzo de un gran plan. Es así como la vinculación al Templo de Salomón en 1118, ha dado pie a muchos a vincularlos con la Masonería, quienes también viven y sueñan con los simbolismos allí vinculados, asumiendo además que tanto la Orden del Temple, como la Masonería, utilizan la simbología como forma de desarrollo y crecimiento jerárquico.
La misteriosa vinculación del Papa Honorio II, la protección de la Orden y la concesión de una exención respecto de la jurisdicción impuesta en aquel entonces respecto de los asuntos civiles y religiosos (1139), nos generan más que una duda en relación al por qué de tanta facilidad para el funcionamiento, pues por muy buen funcionamiento y móviles serviles para con el prójimo, nada justifica una concesión como esa, sobre todo cuando proviene de la Iglesia, que no se caracterizo en ese entonces por una transparencia en el funcionamiento como institución, cuestión que luego inclusive le costó la vida a los Templarios por un conflicto de intereses. Vale la pena recalcar que la exención antes comentada, valía ante reyes y obispos… aunque seguían muy vinculados al Papa ¿Eso no es misterioso?
b. Es Iniciática
Cuando se hace referencia al término “iniciático”, se hace precisamente por el hecho de significar una apertura hacia lo oculto, la develación de una nueva realidad a la que los “profanos” (forma despectiva de llamar a todo el resto que no conoce lo que ellos sí conocen), no tienen acceso… por lo que desde ese punto es secreta.
Lo anterior también se refuerza por la utilización de diversas simbologías, donde inclusive hoy en día se consignan juramentos, espadas, el manto blanco, la cruz octagonal, entre otras cosas que marcan la diferencia entre una organización sin fines de lucro que ayuda al prójimo apegada completamente a las leyes del lugar en que se asienta, y los Templaros de la nueva orden… de los que no quedan tantos y funcionan a la luz de la ley y el Estado de Derecho que prima en el mundo entero… esta vez sin favoritismo ni privilegios, por lo que además no puede ser la misma.
Debo recordarle que el término de “esotérico”, tiene un significado más sencillo de lo que se piensa o de las cosas con las que se le relaciona, a saber: “es un término genérico utilizado para referirse al conjunto de conocimientos, enseñanzas, tradiciones, doctrinas, técnicas, prácticas o ritos de una corriente religiosa o filosófica, los que son secretos e incomprensibles, la que se caracteriza además por transmitirse a algunos “escogidos” llamados también luego como “iniciados”, por lo que una vez más nos topamos con la idea de “un grupo elite capaz de entender y ver cosas donde otros no ven ni entienden ver”.
3. ¿La Orden de los Templarios de hoy es igual a la de antaño?
La respuesta cae por su propio peso, por lo que confirmo nuevamente todo lo anteriormente señalado. A saber antes las formas de financiación de la Orden de los Templarios se sustanciaba por:
- Testamentos
- Donativos
- Recolección de dineros una vez al año en iglesias de occidente
- Excedente de granjas y encomiendas
Hoy el funcionamiento de los Templarios que quedan no se condice en nada a lo que era antes, las cuotas anuales son bajas, no pueden hacer un proyecto tan grande como en antaño, no tienen un plan de funcionamiento administrativo, no encuentran ayuda o respaldo en una institución tan grande como lo era antes la Iglesia, tampoco cumplen la función de militares, que era tan importante en aquel entonces para las cruzadas que se vivían con los musulmanes… en resumen, son el recuerdo más íntimo de lo que fue una gran “empresa”, utilizando el término real y no el alusivo al fin de crear un organismo con fines de lucro, para que se entienda.
Conclusión
Así termino por mencionar que efectivamente la antipatía que existía no era precisamente por la letra bancaria ni mucho menos, pues son formas de improvisar ante la nueva financiación y método de mover el dinero, que interesantemente es símil de lo que hoy vemos. La mala fama que se hizo la Orden del Temple fue por la concentración económica y los muchos beneficios que poseía de mano de la Iglesia, ante la jurisdicción civil y religiosa, y también ante un plan tan bien urdido como para efectuarlo al pie de la letra, de otra forma no se explica todo el crecimiento y organización militar, administrativa y financiera que conquisto prácticamente a toda Europa y luego sirvió a la Iglesia… que los traicionó realmente, para quedarse con muchas cosas que hasta hoy les ha servido.
Espero que mi respuesta le sea satisfactoria y desde ya me muestro interesado en dialogar más al respecto.