Proteger los derechos de autor junto con la libertad en Internet, una tarea compleja
Los derechos de autor y la libertad que poseen los usuarios en Internet forman una de las controversias más interesantes de analizar ultimamente.
Los derechos de autor y la libertad que poseen los usuarios en Internet forman una de las controversias más interesantes de analizar ultimamente.
La libertad de creación, junto con la capacidad creadora de quienes tienen la facilidad de originar información, de mostrar puntos de vista distintos y, en general, de hacer ver al resto un mundo completamente distinto, necesita una protección, pero el problema está en tener que elegir entre la libertad en Internet y los derechos de autor que protegen a los creadores o quienes hayan adquirido derechos reservados sobre una obra, según sea el caso.
Conformar una legislación única sobre el tema de las libertades de expresión y los derechos que propenden a resguardar la legítima pretensión de quien crea o adquiere algo por medios lícitos, es sumamente complejo si se piensa que ambos atienden a un concepto de “igualdad” que, generalmente, mantiene una línea divisoria difusa. En la actualidad los derechos de propiedad intelectual y la libertad en Internet son conceptos que dependen de factores históricos, sociales, geográficos, políticos y sociales, por ello hay un mundo por avanzar en el tema.
La importancia de los derechos de autor
Al crear una obra ¿Quién debe ejercer derechos sobre ella, el autor o el patrocinador? Una decisión difícil, quizá rebuscada hoy en día por los adelantos y las infinitas posibilidades de crear una obra artística, empero, durante mucho tiempo se le arrogaban los derechos a los mecenas, personajes adinerados que se dedicaban a financiar a los artistas pobres para que sacaran a la luz sus creaciones. Hoy las cosas son absolutamente distintas, un artista ostenta los derechos de autor de las obras realizadas, y en caso de vender los derechos de propiedad a un tercero, siempre ostentará la posibilidad de citar sus obras, dar reconocimiento de ser el creador y otros beneficios que la ley le reconoce, los que requieren de una transferencia explícita por parte del autor.
No hay presiones de mecenas, se acabaron las amenazas a los artistas y las mentes brillantes de la actualidad pueden dedicarse con absoluta libertad a hacer su trabajo, sin pensar que mañana se les podrá exigir una cuota especial. Los derechos de autor separan el derecho sobre las ganancias de la autoría; Estados Unidos es uno de los países que se ha dedicado a ver este tema de forma muy acuciosa, trabajos de redacción, pinturas, esculturas, obras de ingeniería... los conceptos de derechos de autor y propiedad intelectual necesitan de precisión hoy.
Internet revolucionó a las personas, al mercado y también a las obras originales, ya que con la alta cantidad de información que se copia, envía y recibe en la red, es fácil infringir los derechos de autor, inclusive en ocasiones en que se desconoce el origen de la información utilizada ¿Qué pasa ahí? Los derechos de autor permiten que los creadores de las distintas obras que circulan en el ciberespacio puedan reclamar las ganancias que generen, aún cuando la información haya sido enviada o re-publicada sin fines comerciales. Para los autores, los derechos de autor son una especie de garantía para realizar nuevos trabajos, publicarlos y no detenerse por restricciones paralelas como serían las ganancias.
Equilibrio de libertades ¿Es posible en Internet?
Las libertades siempre significan un problema para la legislación vigente, debido a que se trata de un derecho bastante amplio que propende a resguardar la facultad que tienen las personas de determinar sus actos, disponer de su obrar y no obrar, escogiendo así la realización de una conducta u otra sin presiones ajenas. No obstante lo anterior, en el caso de la libertad en Internet y los derechos de autor, es necesario plantear ciertas restricciones para las pretensiones de ambas partes a modo de logran un equilibrio.
Las restricciones son tan claras como los derechos que se le reconocen a los involucrados, pues hay que distinguir en primer lugar entre el material que es susceptible de derechos de autor respecto de aquellos que por pertenecer a todos, no lo pueden estar. En segundo lugar, aunque haya un contenido sujeto a derechos y protección especial por parte de la ley, se le concede a quienes desean compartirlo en la red la posibilidad de hacerlo, siempre y cuando no sea una “re-publicación completa”, sino más bien una mención, cita, reseña o similar.
El equilibrio entre la libertad de las personas de utilizar material protegido bajo los derechos de autor y la posibilidad que tienen los creadores de proteger sus obras es complejo, y a veces hasta injusto – caso de los gobiernos represivos en que no se permite a los artistas hablar sobre ciertos temas – pero la búsqueda de un punto medio entre las posiciones en disputa, de por sí, es un tema que hay que tratar, depurar y hacer público.