Juicio político a Donald Trump
El presidente Donald Trump en su hora más difícil. Todo hace suponer que en los próximos días se iniciará un juicio político en su contra.
El presidente Donald Trump en su hora más difícil. Todo hace suponer que en los próximos días se iniciará un juicio político en su contra.
Impeachment o juicio político, sea en el idioma en el que usted prefiera expresarlo, es uno de los términos más peligrosos para un jefe de Estado. Y justo a esto es a lo que se enfrenta el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo que le podría costar el cargo, pues si pierde este juicio, el mandatario podría ser destituido.
El proceso ya ha comenzado, así lo hizo saber la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, Nancy Pelosi (Demócrata), quien anunció que se iniciarán las investigaciones para el impeachmnet contra Donald Trump (Republicano):
“Por lo tanto anuncio hoy que la Cámara de Representantes avanza con una investigación oficial de juicio político. El presidente tiene que rendir cuentas, nadie está por encima de la ley”.
La acusación contra Trump
La oposición demócrata acusa al presidente republicano de presionar a un gobierno extranjero para perjudicar a un rival político. Todo se inició con una llamada telefónica de Trump al presidente de Ucrania Volodímir Zelenski.
Un informante anónimo alertó a los servicios de inteligencia de los Estados Unidos sobre lo que se decía en esa conversación. Según este informante, Donald Trump le insistió al presidente de Ucrania para que se investigue a su rival político Joe Biden y a su hijo. A la fecha de publicación de esta nota, un segundo informante ha indicado tener información de primera mano del incidente que involucra a al actual Presidente de Estados Unidos (POTUS)
Ucrania y Joe Biden
Joe Biden es uno de los candidatos más fuertes para las elecciones estadounidenses de 2020 y un claro rival para Donald Trump. Por su parte, Hunter Biden, hijo de Joe, es miembro de la junta de una importante compañía de gas ucraniana.
Según los demócratas, el presidente Trump quería que los ucranianos iniciaran una investigación de corrupción con el fin de dañar la reputación de Hunter Biden y, de paso, la de su padre. En la llamada, Trump resaltó la ayuda que el país norteamericano brinda a Ucrania, pero poco antes, el propio presidente estadounidense había ordenado retener ayuda militar a Ucrania que el Congreso había autorizado. Lo que se investiga es si el presidente usó esto como elemento de presión.
Por su parte, Donald Trump admitió que habló sobre Joe Biden con el presidente de Ucrania, pero que no había ejercido presión alguna para que se investigue a su rival político, del mismo modo, reconoció que retuvo la ayuda militar a Ucrania, aunque por otros motivos.
Sostuvo, además, que fue Biden, vicepresidente de la administración de Barack Obama, quien presionó al gobierno de Ucrania para que no se investigue a su hijo y que este asunto del impeachment es una cacería de brujas.
“La llamada telefónica fue perfecta. La llamada que no fue perfecta y las palabras que no fueron perfectas fueron las de Joe Biden con respecto a su hijo. Y el hijo se lleva millones de dólares de Ucrania y millones de dólares de China”.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, apoyó la versión de Trump:
“Tuvimos una buena conversación telefónica, fue normal, hablamos de muchas cosas. Yo creo, y ustedes lo leyeron, que nadie me presionó”.
El proceso de impeachment
En Estados Unidos la Constitución establece que el presidente debe ser destituido de su cargo si es acusado y condenado por traición, soborno o por otros crímenes y delitos graves. El proceso deber ser iniciado por la Cámara de Representantes y solo necesita de una mayoría simple para ser activado.
Actualmente, los demócratas tienen una mayoría con 235 representantes frente a los republicanos que son 198, por lo que es bastante probable que ese voto lo ganen los demócratas y el presidente sea llamado a juicio político. Sin embargo, el juicio tiene lugar en el Senado, donde los republicanos son mayoría y donde se necesitan dos tercios de los votos para destituir al presidente.
Solo ha habido dos juicios políticos a presidentes en los Estados Unidos, el de Andrew Johnson en 1865 y el de Bill Clinton en 1998, pero ninguno de los dos fue destituido y continuaron en sus cargos. Richard Nixon renunció en 1974 por el escándalo Watergate para evitar, de esta manera, el impeachment.