Mejores sueldos para el 2011
Son muchas las señales que indican que este año los trabajadores recibirán mayores beneficios y participación en la productividad y las ganancias corporativas
Son muchas las señales que indican que este año los trabajadores recibirán mayores beneficios y participación en la productividad y las ganancias corporativas
Parte de la anhelada recuperación económica en Estados Unidos, al parecer se relacionará con mejorar las condiciones salariales de los trabajadores, que tienen razones para ser optimistas ante este nuevo panorama. Las corporaciones y sectores productivos repletos de liquidez, y la posibilidad de exportar a mercados emergentes de rápido crecimiento, son señales que indican que algunos de estos beneficios pueden llegar a manos de los empleados.
“Hay algunos brotes verdes en términos de salario”, afirma Torsten Slok, economista del Deutsche Bank, en Nueva York. Según este especialista, las empresas comienzan a recompensar a sus trabajadores, estas recompensas podrían traducirse en ganancias de hasta un 3% este año, ante el 1,7% en los aumentos del 2010, un incremento suficiente para estimular el consumo, factor que representa más de dos tercios de la economía, sin embargo, habría que esperar también una espiral inflacionaria.
La reactivación es un hecho
Desde la crisis y hasta el presente, la atención de las empresas se ha enfocado en controlar los costos de distribución de los beneficios y la productividad del personal. Durante los dos últimos años dicha productividad ha crecido a una tasa promedio anual del 4%, y las ganancias corporativas a más del 30%.
En una encuesta que realizó la Universidad de Duke Fuqua Shool of Bussines, directores consultados en sectores financieros, previeron un aumento de la paga en un 2,5% en el 2011, pero otra consulta hecha esta vez por la Sociedad de Gestión de Recursos Humanos, sugirió que el aumento estaría por el orden del 3%.
En enero de este año, el promedio salarial por horas dio el salto más grande desde hace dos años, un 0,4%, pese al mal tiempo que influyó en la baja de los salarios de algunos trabajadores. Muchas áreas fueron duramente golpeadas por estas condiciones, sobre todo sectores como la construcción, donde es necesario una reactivación para poder presionar en demanda de mejoras salariales.
Comienza el aumento de puestos de trabajo
Otras áreas como la manufacturera, han incrementado sus plazas en unas 150.000 este último año, y según los ejecutivos, la competencia para atraer empleados calificados se ha venido intensificando: “En este entorno, la necesidad de mantener a los trabajadores nos está costando más”, asegura Andy Ellard, director general de Manda, una empresa con sede en Dallas, que fabrica piezas especiales para la industria aeroespacial y de transporte. Esta compañía acaba de implementar aumentos en el rango del 2 al 4%, los primeros en dos años.
La inflación no afectará los aumentos
Los crecientes costos de los productos básicos ya erosionan los márgenes en los presupuestos, por lo que los aumentos salariales podrían surgir de ese incremento. Sin embargo, muchos economistas no ven una amenaza inflacionaria en estos aumentos, sino un beneficio para la Reserva Federal, que ha estado tratando de contener la inflación, manteniéndola a los bajos niveles actuales.
Por otra parte, las solicitudes de subsidio por desempleo contabilizadas hasta el 4 de febrero, cayeron al promedio más bajo desde el 2008. Los economistas de Wall Street Previsión Economic Journal, calculan que con las mejoras económicas se incorporen unos 180.000 nuevos trabajadores, cifra que reducirá varias décimas porcentuales la tasa de desempleo actual que es del 9%.
Empleados con mejoras vs desempleados
Otro punto de vista en torno a este tema, es el de la Consultora IHS Global Insight, cuyo vocero, Brian Bethune, indica que los salarios pueden subir sin hacer nuevas contrataciones. En el caso del sector manufacturero por ejemplo, los fabricantes han aumentado su eficiencia al punto que pueden producir igual con menos trabajadores. Esta y otras empresas mejorarían los sueldos sin aumentar las contrataciones, lo que a su vez generaría más desigualdad entre los que tienen un trabajo y los desempleados.