Recontratación, volver al trabajo después de ser despedido

La recontratación es una realidad más común de lo que se cree, sin embargo, no se trata simplemente de aceptar un puesto nuevamente, hay que pensar varias cosas antes.

Recontratación, volver al trabajo después de ser despedido

En tiempos de crisis laboral, cuando todo parece perdido, la última de las alternativas que se tiene en mente es ser recontratado por un antiguo empleador que decidió que ya no se era necesario en la empresa, no obstante lo anterior, lo más curioso de todo es que es una conducta habitual en las empresas durante el último tiempo.

Existen distintas razones por las que una empresa puede preferir recontratar a un antiguo asesor o ex empleado, versus buscar a una persona nueva a la que entrenar y preparar, una de ellas es que en un ambiente tan competitivo como el actual, el margen de error y tiempo de acostumbramiento al nuevo ambiente laboral es un concepto restringido y que se refleja en “riesgo” para la empresa.

Aunque se haya sido contactado en tiempos de crisis, cuando realmente se necesita un empleo y dinero para seguir adelante, hay que tener en mente varias cosas antes de aceptar una oferta laboral de un ex empleador, una de ellas es que “ya se consideró que se era prescindible para la empresa una vez”. Este último aspecto es fundamental, pues siempre se ha hablado de lo bueno y malo de tener personal imprescindible, por tanto, ¿es una realidad o un mito ser tan importante para una compañía?

Hay al menos seis preguntas que deben responderse con sinceridad antes de decir “sí” a un trabajo del que se fue despedido anteriormente, estas son:

1

¿Es el mismo trabajo?

Antes de aceptar cualquier propuesta hay que saber a qué se va a llegar en la empresa, pues lo más probable es que no se trate del mismo trabajo que se hacía antes, aún cuando sea el mismo puesto el que se tenga que ocupar. Distintos estudios han demostrado que la crisis económica obligó a las empresas a delegar más obligaciones en un mismo empleado, lo que hace necesario un mayor nivel de integración de éste y también más conocimientos.

2

¿Quién será el nuevo jefe?

No importa lo que se vaya a hacer en la empresa, siempre es imperioso saber qué cambió desde que se dejó de participar en ella y sobre todo cómo se han orientado los cambios en la posición que anteriormente se ocupaba (si es que se va a ocupar la misma ahora). Saber cómo se debe operar tras la reincorporación a una compañía permite pensar mejor las cosas y ver si se quiere o no tomar esta chance.

3

¿Quiero volver a esta empresa realmente?

Para muchos ser despedido de una empresa significa un fracaso, uno que permanece en el subconsciente como si fuera una mancha de ineptitud o de no ser lo suficientemente “bueno” frente a quienes si permanecieron en sus puestos. No obstante lo anterior, hay otras personas que salen de la “súper carretera del fracaso”(1) y se dan la oportunidad de ver nuevas alternativas, nuevas opciones y revisan lo que les ofrece disponer de todo su tiempo para sacar adelante proyecto propios, emprender nuevas tareas a nivel comercial o hasta decidirse por postular a esa empresa de la que siempre quiso formar parte, pero a la que nunca pudo decir “quiero entrar”.

Aunque se de la posibilidad de recobrar un empleo, siempre hay que pensar qué es lo que se quiere, al final del día siempre será lo que marcará el balance de la jornada y permitirá ser el mejor en lo que se hace. En palabras de Herbert V. Brocknow: "El que no comete errores sirve al que sí los comete". No importa lo que haya pasado antes, siempre se tendrá que evaluar una decisión en función de lo que se quiere y no de lo que se cree se puede.

4

¿Qué beneficios reporta el reingreso?

Aunque no se pueda optar por lo que más se quiere, si no es el objetivo principal volver a la misma empresa, se puede tomar como un paso hacia otro más, ya que volver a ser contratado significaría mantenerse con empleo y remuneración por un tiempo indeterminado, lo que permitiría conseguir el objetivo que verdaderamente se quiere alcanzar.

El único factor que hay que cuidar antes de decidir aceptar una reincorporación es no sufrir, pues lo peor que puede pasarle a una persona es estar insatisfecha con el lugar donde está, lo que hace y lo que puede llegar a desarrollar.


(1) La idea de “súper carretera del fracaso” fue utilizada por John Maxwell en distintas ponencias y su libro “El lado positivo del fracaso”, donde expone que los fracasos son un circulo vicioso cundo no se logran capitalizar y seguir adelante.