El 20 de mayo de 2018 se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Venezuela, entre el descontento de la población, la ausencia de candidatos opositores y la observación atenta de la comunidad internacional.
La nación suramericana logra su segundo default parcial en lo que va del 2017, siendo calificada de esta manera por la agencia estadounidense Standard & Poors debido a la imposibilidad de cancelar uno de sus bonos por un monto mayor a 1.100 millones de dólares.